mércores, 4 de abril de 2018

Mejoría sí, pero sin premio...

El pasado 25 de marzo, a las 10:00 h., el municipal de Bertamiráns acogió el encuentro entre el C.B. Ames y el Arzúa C.A.B, sin lugar a dudas, el equipo revelación de la temporada y que poco o nada tiene que ver con aquel equipo que languidecía por las canchas de la demarcación santiaguesa hace poco más de un año.
 
Para los pupilos de Dani, que volvía al timón de la nave amiense tras su ausencia contra el CBAT por problemas de agenda, la misión era tan clara como fácil de cumplir: mejorar la horrorosa imagen mostrada en los dos partidos anteriores, en los que el C.B. Ames salió escaldado con dos grandes palizas encadenadas de forma consecutiva.
 
Dani, multiplicándose una vez más en su faceta de entrenador-jugador
Como espoleados ante el objetivo marcado, el C.B. Ames comenzó el partido sin ningún tipo de complejo y encarando el aro contrario sin contemplaciones, ante el desconcierto general de los visitantes que parecían acusar el cambio de hora. Con Linas y Diego en estado de gracia, el C.B. Ames desarboló a su rival en un cuarto que terminó con un resultado de 19 a 10. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
En el segundo cuarto continuamos con la misma idea. Sólidos en defensa y efectivos en ataque, nos dedicamos a administrar la ventaja conseguida en los diez primeros minutos. Dani, Quique y Eloy tomaron el relevo, y con los jugadores franquicia de Arzúa bien vigilados e incómodos sobre la cancha, este cuarto se saldó con un empate a 17 que favorecía nuestros intereses, permitiendo reflejar en el electrónico un cómodo 36 a 28 que hacía pensar que podríamos afrontar la segunda mitad con optimismo, aunque sin caer en excesos de confianza.
 
 
Tras el descanso, y después de un par de minutos de desconcierto por parte de ambos contendientes, el encuentro continuó moviéndose en ventajas de entre 6 a 9 puntos a favor de los locales. Arzúa sobrevivía a base de los tiros libres concedidos por un arbitraje que distaba mucho de la imparcialidad que se supone a quien ejerce esta labor. Después de un triple de Dani, posición por la que cada vez siente un mayor cariño, llegó lo que no se esperaba: el "cortocircuito". Anclados en 47 puntos, lo que hasta el momento era un equipo ordenado e intenso se convirtió en un equipo ansioso y desorientado. Los visitantes, sin hacer otra cosa que anotar la ingente cantidad de tiros libres concedidos por el dúo arbitral, aprovechó la ocasión para ponerse por delante en el marcador justo antes del término del tercer parcial (47 a 49).
 
Los diez últimos minutos fueron un querer y no poder. Precipitados y con el arbitraje en contra, incurrimos en los mismos errores que dieron al traste en nuestro anterior partido frente al CBAT: mala selección en el tiro por falta de paciencia y un exceso de faltas personales cometidas (unas más justas que otras) nos guiaban irremediablemente hacia una nueva derrota. Sólo el orgullo y la casta de alguno de nuestros jugadores permitieron que el C.B. Ames mantuviese sus opciones hasta prácticamente el final de los 40 minutos.
 
 
 
 
El triple final de Diego llegaba demasiado tarde. Al final, 64 a 67 y la constatación de una realidad: el equipo que está en una dinámica positiva suele vencer al que está en una dinámica negativa en un escenario igualado.
 
64 a 67 final y nuestro gozo en un pozo
Ganamos todos y perdemos todos
Por parte del C.B. Ames intervinieron: Dani (12), Diego (16), Alberto (5), Linas (12) y Jota (3) - quinteto inicial - Víctor, Quique (12), Eloy (2) y Rober (2).
 
Lo mejor: el haber recuperado las buenas sensaciones de antaño y demostrar que somos capaces de competir, e incluso dominar, a un rival que lucha por el ascenso al grupo A de la 3ª división. Lo visto en el primer cuarto da una buena muestra de ello.
 
Lo peor: volver a cometer los mismos errores que en partidos anteriores. Cuando nos remontan, nos volvemos un poco locos y queremos ganar el partido en dos jugadas,  lo cual nos condena irremediablemente al desastre. Nos falta capacidad de lectura de lo que necesita un partido en función de la situación en la que nos encontremos y del rival al que nos enfrentemos. Mención aparte para la labor arbitral: en un partido de "guante blanco", resulta incomprensible que nos piten tres técnicas y dos antideportivas (por ninguna de nuestro rival), además de 23 faltas en contra por tan sólo 12 de los visitantes. Sinceramente, no somos un equipo ni duro ni violento, al contrario de lo que pueda parecer tras la lectura de nuestras últimas actas; es más, en ocasiones y en comparación con otros equipos, pecamos de blandos e inocentes. Todo ello se traduce en 25 tiros libres anotados por Arzúa (15 de ellos, por su pívot Vieites) por tan sólo 11 por nuestra parte, con porcentajes similares, lo que es demasiado para el body de cualquier equipo que participe en una competición de estas características. No queremos que los árbitros nos den nada, pero que tampoco nos lo quiten. No nos lo podemos permitir.

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