martes, 20 de febreiro de 2018

Dos caras de un mismo equipo

Se preveía un partido equilibrado para la tarde del pasado domingo en el municipal de Bertamiráns. Dos conjuntos igualados en la parte media de la tabla, C.B. Ames y Compañía de María, con estilos de juego contrapuestos, lucharon cada balón en una contienda que resultó ser de lo más emocionante.
 
Afrontábamos el partido con la consabida baja de Víctor y la ausencia a última hora de Rober, pero con la vuelta al equipo de los hermanos Beiro y de Jacobo. Por su parte, Compañía de María se presentó a la cita con todos sus efectivos (a excepción de su entrenador titular), lo que hacía presumir un planteamiento muy físico por parte de los visitantes, habida cuenta su media de edad y la frescura y polivalencia de todos y cada uno de sus componentes.
 
Balón al aire y pronto se despejan las dudas: presión tras canasta de Compañía de María con el fin de torpedear todos nuestros ataques y proponer un duelo de alta intensidad. Por parte local, nuestra debilidad defensiva inicial y una excesiva ansiedad en el ataque motivaron que, rápidamente, los visitantes cobrasen las primeras diferencias ante nuestro desconcierto y falta de actitud. El 8 a 19 endosado en los primeros 10 minutos da buena muestra de nuestra inoperancia y del buen hacer de los visitantes en este cuarto.  
 
Bronca de Dani en el entretiempo y el C.B. Ames comenzó a mostrar su otra cara: la de un equipo que ataca desde la defensa. Intercambiando defensa individual con una zona 2-3 y asegurando el rebote defensivo, comenzamos a romper la presión visitante a base de ejecución de sistemas, destacando en esta faceta el lituano Linas Baltusis y Quique quienes, desde dentro y desde fuera respectivamente, capitanearon la remontada apoyados en la seriedad y buen hacer de todos nuestros jugadores interiores. Un triple casi sobre la bocina de Quique prácticamente cristalizaba la remontada (29 a 30).

 


 
Partido nuevo y dos cuartos por delante. Nuestro "temido" tercer cuarto fue un fiel reflejo de lo acontecido en el segundo parcial, con la diferencia de que cambiamos a un Beiro por otro. Manu tomó las riendas en la dirección de juego y, a pesar de que no fue su mejor día desde el perímetro (ni el suyo ni el de ninguno), se echó el equipo a la espalda y buscó la línea de personal para anotar 7 puntos casi consecutivos, ya que sólo se le podía para con faltas. Mientras tanto, el equipo se mantenía muy serio en defensa con Alberto comandando las operaciones. A todo ello hay que sumarle la prematura quinta falta cometida por el mejor jugador visitante, Óscar Fernández, que parecía allanar el terreno hacia una nueva victoria local, ya que al final del cuarto el electrónico indicaba un 50 a 41 a nuestro favor y las sensaciones, olvidado el desastroso primer cuarto, eran más que positivas.

 




 
Último parcial y continuamos con nuestro trabajo con eficacia, llegando a alcanzar una renta de 13 puntos a falta de 5 minutos para la finalización. Pero, en ese momento, y sin demasiada explicación, se nos vuelven a fundir los plomos y nuestra peor cara vuelve a relucir, corroborando que la teoría que sostiene que el C.B. Ames es el auténtico Harvey Dent de la categoría. De repente, la presión visitante vuelve a surtir efecto y la hasta ahora férrea defensa se deshace como un azucarillo. Compañía de María hace blanco desde todas las posiciones mientras nostros apenas somos capaces de anotar con un palmeo inverosímil de Linas, el segundo del partido, y desde la línea del tiro libre. De este modo, y a falta de diez segundos y con tan sólo dos puntos de ventaja, nos disponemos a jugar el balón en la seguridad de recibir una falta personal que nos lleve al tiro libre. Pero Quique recibe el balón y decide no hacer prisioneros atacando el aro en una acción suicida que nos recordó al enajenado escolta que protagonizó la última acción en el partido contra Milladoiro del año pasado. Fallo pero, una vez más, Linas está atento al rechace y consigue sacar la falta personal. Todos tranquillos, ya que el lituano llevaba hasta el momento 7 tiros libres anotados (los últimos 4 de manera consecutiva), por lo que la consigna era "firmar y sellar el partido". Nada más lejos de la realidad. Con 5 segundos por disputar, y los dos tiros libres errados, Compañía de María se hace con el balón, pase largo a un tirador en la esquina quien, dentro de tiempo, ejecuta un lanzamiento triple que vuela...y...fuera por milímetros. Nos habíamos salvado, pero por los pelos. Al final 66 a 64 a nuestro favor y los corazones volviendo a su sitio.
 
Se lanzó la moneda al aire y salió cara, pero pudo haber sido cruz...


(Los jugadores del C.B. Ames, aún con el susto en el cuerpo, saludan a su sufrida afición)
 
 Por parte del C.B. Ames intervinieron:
 
Dani (4), Manu (12), Alberto (10), Jota (2) y Raúl (2) - quinteto inicial - Jacobo (6), Quique (14), Diego, Eloy y Linas (16).
 
Lo mejor: el segundo y tercer cuarto, con idéntico resultado a nuestro favor (21 a 11). Jugando así, con un magnífico equilibrio entre la defensa y el ataque, podemos ganar a cualquiera.
 
Lo peor: el primer cuarto y los cinco minutos finales del ultimo cuarto. Jugando así, con una defensa blanda y una ataque impreciso, podemos perder con cualquiera.

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