sábado, 24 de marzo de 2018

Crisis de juego

El partido de anoche en el Pabellón de Os Tilos dejó patente la grave crisis de juego por la que atraviesa el C.B. Ames. Y lo decimos no tanto por el resultado final (que también...) de 58 a 35 ante un conjunto a priori superior, como por el hecho de que el CBAT contaba con tan solo cinco jugadores disponibles, ventaja que no supimos aprovechar en prácticamente ningún lance del juego.
 
El partido comenzó con media hora de retraso sobre el horario inicialmente previsto. Ante la ausencia de Dani (gracias Ryanair...), el joven Raúl, en un nuevo alarde de compromiso con el club, no tuvo reparo en coger las riendas del equipo y asumir la labor de entrenador, puesto para el que está más que capacitado.
Raúl a los mandos de la nave amiense
 
Zona 2-3 del CBAT, al objeto de no desgastar a sus jugadores en exceso y asegurar el rebote, fiando sus esperanzas en el error en el tiro del C.B. Ames y en la capacidad de sus efectivos de resistir los cuarenta minutos de juego. Los primeros diez minutos de partido fueron una clara muestra de lo acertado de su planteamiento y de la falta de lectura de los amienses a la hora de dar al traste con la estrategia local. Aceptando la premisa propuesta, el C.B. Ames sólo movía el balón entre sus jugadores exteriores y lanzaba triples precipitados ante la clara invitación de los locales al tiro más allá de la línea de 6,75, con un prácticamente nulo porcentaje de acierto en unas canastas que, dicho sea de paso, tienen los aros más duros que los pelos del bigote de Chuck Norris. Todos los rebotes salían disparados y el CBAT, como buenos conocedores de las particularidades de su propia casa, hicieron justo lo contrario que nosotros: ágil circulación de balón, movilidad de todos sus miembros y aprovechamiento de ventajas en ataque para conseguir una clara iniciativa en el marcador. Dos penetraciones de los Beiro y un triple de Diego, el único que anotaríamos en el partido, fue la cosecha del C.B. Ames en un primer cuarto que concluyó con un claro 15 a 7 para los locales.


Segundo cuarto y misma tónica. Obcecados en el tiro y sin buscar el enfrentamiento bajo canasta, el C.B. Ames deambulaba desesperado sobre la pista, mientras que el CBAT seguía con su plan. Sólo un tiempo muerto de Raúl y la creación de una jugada orientada a romper la cada vez más tupida zona local ofreció un rayo de esperanza para los visitantes.


Pero el tercer triple de un inspirado Díaz dio al traste con nuestras esperanzas y continuaba acrecentando la brecha en el electrónico. Para cuando comenzamos a conectar con nuestros jugadores interiores, el CBAT ya estaba lejos de nuestro alcance...


Al descanso el marcador era de 28 a 15, fiel reflejo de lo visto hasta el momento sobre la cancha.

Para la reanudación, Raúl propuso un cambio de marcha a los suyos y planteó una presión individual, en un intento de asfixiar físicamente al rival. Y la verdad es que la idea tuvo éxito en los minutos iniciales del tercer cuarto. Pero para lograr una remontada de la entidad que se requería, además de defensa, debíamos estar acertados en ataque y ahí residió nuestro talón de Aquiles durante todo el encuentro. Para muestra, un botón:


Para mayor Inri, en este cuarto los colegiados, más pendientes de lo que se decía en la grada que de lo que ocurría sobre la pista, perecieron solidarizarse con la escasez de efectivos de un conjunto local que, por lo visto hasta el momento, en ningún caso necesitó su ayuda. Parece ser que el hecho de que no cuentes con ningún jugador de reserva es un aspecto capital para que los contactos sólo se señalen en contra del equipo que tiene un mayor número de jugadores. Los jugadores de CBAT, conscientes de esa sobrevenida ventaja no solicitada, defendían al límite del reglamento y, en parte debido a esa permisividad arbitral, nuestro bravo playmaker Rober se vio perjudicado por un encontronazo en un rebote que le costó una brecha de varios centímetros en la cabeza (como "regalo" de cumpleaños), motivo por el cual el encuentro tuvo que ser suspendido durante varios minutos. Un hecho innecesario del todo provocado no tanto por la actitud del rival como por la permisividad arbitral que enfrió definitivamente nuestras posibilidades, ya que el marcador  mostraba un insalvable a 45 a 25 a falta de diez minutos por jugar.

Todo el pescado vendido...
Sólo con todo decidido el C.B. Ames comenzó a encontrar a sus interiores y a disciplinar un poco su juego, pensando ya más en el partido de mañana contra Arzúa que en el rival que teníamos enfrente.




En los instantes finales del encuentro, Raúl dio entrada a un maltrecho Rober para dejar patente su recuperación, despejar las preocupaciones y, sobre todo, mostrar de qué pasta están hechos los jugadores del C.B. Ames. Gran detalle de este joven entrenador.

Al final el resultado fue el ya comentado:


Por parte del C.B. Ames intervinieron:
 
Víctor, Manu (12), Quique (7), Alberto (5) y Jota (2) - quinteto inicial - Diego (3), Eloy, Linas (2) y Rober (4)
 
Lo peor: la lectura realizada. Si algo no funciona, como el tiro en el día de ayer, debemos de ser capaces de encontrar soluciones. El camino fácil no suele ser el correcto y esa máxima quedó ayer patente con una claridad pasmosa. Si no entran los tiros, pues balones interiores y penetraciones que algo sacaremos. También es preocupante la nula circulación de balón. Tiros errados tras uno o dos pases cuando la defensa local permite (e, incluso, invita) ataques en los que la circulación de balón y, por ende, mover a un equipo que no tiene recambios, debería ser un elemento básico como filosofía de desgaste de un rival superior técnicamente, pero mermado de efectivos. Pase, pase, pase, pase, pase, pase, movimiento continuo sin balón, cansancio del rival y el tiro aparece sólo. Debemos trabajar la paciencia y ser más listos en este tipo de partidos.
 
Lo mejor: que mañana tenemos un nuevo partido para resarcirnos. Por cierto, ¡FELICIDADES ROBER!

 

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